Ben Desbrow (GHI) – Cerveza hidratante
Como sabemos desde hace miles de años, el alcohol tiene innumerables efectos en el funcionamiento de nuestro cuerpo. El alcohol influye en nuestra cognición, nuestro estado de ánimo, nuestro equilibrio (¿alguna vez has bebido demasiado y has visto el mundo girar?), el habla y muchos otros aspectos de nuestra fisiología. Esto incluye el equilibrio de líquidos y la hidratación. A pesar de la histórica popularidad del alcohol en todo el mundo, seguimos sin saber exactamente cómo produce estos efectos.
¿Sus amigos del bar han bromeado alguna vez con que estaba “rompiendo el sello” mientras se dirigía al baño? Pues bien, hay algo de verdad detrás del dicho. El alcohol es un diurético, lo que significa que aumenta la producción de orina. Si se orina más de lo que se ingiere, esto puede tener un efecto deshidratante.
El alcohol por volumen (ABV) se utiliza para comparar el contenido de alcohol de diferentes bebidas. La mayoría de las cervezas tienen un ABV bastante bajo, entre el 2% y el 6% (algunas cervezas, como las stouts, alcanzan el 10%, similar a la mayoría de los vinos). Se cree que la cantidad de alcohol de la cerveza determina su efecto diurético y, por tanto, el grado de deshidratación.
Levadura seca – ¿Identificar o no?
Por fin, ya no tengo que avergonzarme cuando la gente descubre que mi vejiga de hidratación está llena de Miller High Life. Nuestra amiga la ciencia dice ahora que la cerveza, sí, la cerveza, es más eficaz para rehidratar el cuerpo que el agua. Creo que no soy el único que dice que esto es una noticia a la altura de la paz en Oriente Medio.
Investigadores de la Universidad de Granada (España) descubrieron este descubrimiento, digno de un premio Nobel, después de someter a prueba durante meses a 25 estudiantes, a los que se les pidió que corrieran en una cinta de correr a temperaturas extenuantes (104 grados F) hasta que estuvieran lo más cerca posible del agotamiento. A la mitad se les dio de beber agua, y la otra mitad bebió dos pintas de cerveza española. A continuación, los piadosos investigadores midieron sus niveles de hidratación, sus habilidades motoras y su capacidad de concentración.
Determinaron que los bebedores de cerveza tenían unos efectos de rehidratación “ligeramente mejores”, lo que los investigadores atribuyen a que los azúcares, las sales y las burbujas de la cerveza mejoran la capacidad del cuerpo para absorber agua. Los carbohidratos de la cerveza también ayudan a rellenar el déficit de calorías.
¿La cerveza te hidrata?
Si visitas una cervecería en los alrededores de la línea de meta de cualquier carrera, es probable que esté llena de corredores aturdidos y algunos cojos que celebran con una cerveza después de la carrera: “carga de carbohidratos y reposición de líquidos”, justificarán algunos su indulgencia con un guiño y una sonrisa.
Los corredores no están solos. Los kayakistas, los escaladores, los ciclistas de montaña y los esquiadores también son proclives a abrir una o dos cervezas frías después de un día de juego. Parece que la cerveza acompaña a los deportes al aire libre de forma tan natural y sin esfuerzo, que uno no puede evitar preguntarse si existe algún tipo de causa y efecto misterioso, algo más que el placer de la cerveza fría en los labios resecos y los efectos relajantes tras el estrés físico.
Rápidamente encontré artículos en las páginas web de Runner’s World y Running Times que se pronunciaban sobre este asunto y llegaban a conclusiones casi idénticas. Ambos señalan que el alcohol retrasa la recuperación de las lesiones (¡maldición!) y que la cerveza, al contrario de lo que se cree, no es una buena fuente de los tan necesarios carbohidratos después de una larga carrera (¡vaya!). Ninguno de los dos sugiere que los corredores deban evitar la cerveza después de correr (¡vaya!), pero sugieren asegurarse de que se está bien hidratado antes de tomar una cerveza después de correr y evitar beber cerveza si se sufre alguna lesión (hmmm, he violado ese principio una o dos veces).
Luke Bryan – Drink A Beer (Vídeo de la actuación en directo)
Jiménez-Pavón, D.; et al. Efectos de una ingesta moderada de cerveza en los marcadores de hidratación después del ejercicio en el calor: un estudio cruzado. Revista de la Sociedad Internacional de Nutrición Deportiva, 12: 26 (2015). [http://hdl.handle.net/10481/36748]
El ejercicio en el calor provoca importantes pérdidas de agua y electrolitos a través de la transpiración. La rehidratación óptima es crucial para facilitar el proceso de recuperación después del ejercicio. El objetivo de nuestro estudio fue examinar si una ingesta moderada de cerveza como parte de la rehidratación tiene algún protocolo de efecto negativo después de una corta pero deshidratante tanda de ejercicio en el calor. Métodos:
Dieciséis hombres activos (VO2máx, 56 ± 4 mL/kg/min), fueron incluidos en un estudio cruzado y realizaron un ejercicio deshidratante (≤1 h de carrera, 60 %VO2máx) dos veces y con 3 semanas de diferencia, en un entorno de laboratorio caluroso (35 ± 1 °C, humedad 60 ± 2 %). Durante las dos horas siguientes a las sesiones de ejercicio, los participantes consumieron agua mineral ad-libitum (W) o hasta 660 ml de cerveza normal seguida de agua ad-libitum (BW). Se evaluaron la composición corporal, los parámetros hematológicos y séricos, el equilibrio de líquidos y la excreción de orina antes, después del ejercicio y tras la rehidratación. Resultados: